domingo, 13 de junio de 2010

Cuarto seminario: Budo



El día 2 de marzo fue el cuarto seminario de este curso, y si queríamos algo distinto, aquí lo encontramos. La semana anterior se nos había advertido a toda la clase que debíamos acudir con ropa cómoda y yo personalmente tenía mucha curiosidad por ver el motivo.


El seminario no resultó ser acerca de algo teórico, ni siquiera relacionado a priori con nuestra carrera. Resultó ser acerca del Budo, un término que engloba el conocimiento de las artes marciales japonesas y un conjunto de normas éticas para sus practicantes referidas a su aplicación.


La sesión fue impartida por Eduardo, un hombre bastante carismático, junto con otros hombres que le ayudaron. Comenzó introduciéndonos un poco en el concepto del Budo, para que acabásemos totalmente fascinados por este arte marcial. Tal y como se nos explicó, el término Budo hace referencia a “Bu”, que significa detener el conflicto y “Do”, que significa vía de relación. De este modo, podemos decir, tal y como se nos explicó, que el Budo es una vía de realización para ir más allá o trascender el conflicto.


Eduardo hizo mucho hincapié en que dejáramos atrás nuestros prejuicios de artes marciales como algo violento, como un deporte de combate, etc. Es cierto que esto también forma parte del Budo, pero es mucho más que eso. Eduardo nos explicó, que los grandes maestros se dividieron en dos grupos, uno de ellos creó la versión competitiva y otro mantuvo la esencia.


También se nos habló acerca de la agresividad, entendiendo ésta como un conjunto de patrones de actividad que pueden manifestarse con intensidad variable, incluyendo desde la pelea ficticia hasta los gestos o expansiones verbales que aparecen en el curso de cualquier negociación. Pues bien, el objetivo primordial de la práctica del Budo es transformar la agresión en no agresión.

Me parece, en este punto, un buen momento para pasar a la sesión práctica. Esta tuvo lugar en el gimnasio de la universidad. Lo que más se me quedó grabado de esta sesión fue precisamente la explicación práctica acerca de cómo transformar la agresión en no agresión.
Eduardo nos dijo que nos dispusiéramos en parejas. Yo, personalmente, me puse con Miguel Rodríguez. Una vez estábamos organizados se nos dijo que hiciéramos un ejercicio al término del cual nos comentó que la mayoría habíamos adoptado una posición basada en retrasar uno de los pies de forma defensiva. Lo hacemos inconscientemente, pero me sorprendió ver que en el siguiente ejercicio, aún habiéndonos dicho Eduardo que no lo hiciéramos, volví a hacerlo sin darme cuenta. Es esto precisamente lo que quería enseñarnos. Nos explicó que en la vida no hay que rehuir nunca el conflicto, sino aceptarlo y afrontarlo. Tomó la ayuda de uno de sus compañeros y explicaron de forma práctica que es lo que hay que hacer cuando te atacan, y no es precisamente retroceder, sino aceptar el conflicto y atacarlo. Puedo decir que esto a priori puede parecer sencillo, pero cuando tuve la oportunidad de hacerlo con mi compañero Miguel y resultó bastante complicado.

Otro ejercicio que hicimos consistió en que uno de los dos de la pareja adoptaba una posición pegado a la pared y mientras inspiraba, el otro le aprisionaba el pecho con las manos hasta que expiraba. Empezaba a comprender para qué servía todo esto y para qué puede servirme en el desempeño de mi profesión. En una profesión, la nuestra, que supone el contacto directo y físico con otras personas me parece de una importancia enorme saber transmitir cosas, saber dirigirnos a los demás para que confíen en nosotros y establecer relaciones que nada tienen que ver con las relaciones sociales que parece que se promueven hoy día, carentes de sentimientos y excesivamente formalizadas. Tenemos, en mi opinión, que dejar atrás esa formalización y como dice Eduardo, comunicarnos con las personas de corazón a corazón.

Finalmente, valoro este seminario como el mejor de la asignatura, con bastante diferencia sobre los otros. He aprendido bastante, y aunque al término de la sesión aquel día pensé en apuntarme a clases de algún tipo de arte marcial de este tipo, lo he ido dejando, aunque ahora que vuelvo a recordarlo creo que voy a reconsiderar tomar clases el próximo año.

Por último aquí os dejo un vídeo muy interesante en el que se pueden ver varios de los ejercicios que realizamos en el seminario.

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